Los barones quieren que Casado se despida pidiendo perdón a los votantes por el daño ocasionado
Los barones del PP quieren zanjar este mismo miércoles la crisis desatada en el PP: acuden a la reunión de esta tarde con Pablo Casado con el objetivo de pactar la salida del líder del PP y de que se produzca una transición ordenada hacia Feijóo. Y quieren que la salida del hasta ahora presidente sea pacífica y respetuosa, pero también con los votantes. Por eso quieren que Casado se reconcilie con ellos y tranquilice las aguas con un comunicado de petición de perdón por el daño ocasionado en los últimos días.
El plan de los barones pasa por una salida respetuosa de Casado. Pero también se trata de un plan que busca una reconciliación rápida con los votantes. Y exige un gesto por parte de Casado de petición de perdón a los votantes. No se trata de un escarnio, sino de todo lo contrario. El objetivo es precisamente que Casado afirme que nunca tuvo intención de producir ningún daño a la formación y que pida perdón a los votantes por un espectáculo que ha dañado el avance del partido y ha dificultado el ascenso a La Moncloa.
Pablo Casado acude a esa reunión con los barones sin salida. El apoyo a Alberto Núñez Feijóo es unánime dentro del partido y el presidente del PP tiene las horas contadas. Todos los barones del PP le han dado la espalda a Casado una vez conocida su intención de aferrarse al cargo convocando a la Junta Directiva Nacional para la semana próxima. Es más, todos los dirigentes con poder territorial sin excepción le han pedido que se vaya y le han exigido fecha urgente para que no alargue la agonía hasta el congreso nacional del partido.
La indignación ha crecido tras el ataque a Díaz Ayuso y ahora, simplemente, se cuentan las horas para la dimisión. El desastre al que ha llevado Casado al partido es de tales dimensiones que se resume en la encuesta de Data10 para OKDIARIO en la que el PP perdería las elecciones generales, dejándose 36 escaños en apenas un mes y se vería sorpassado por los de Santiago Abascal (84), nuevo líder de la oposición. Una caída sin precedentes que refleja, por primera vez, las enormes dimensiones electorales de una crisis histórica. Desde agosto, la caída se eleva a nada menos que 50 escaños, dejando a la formación en 83 diputados, menos incluso de los actuales.
Pero los barones no quieren otra cosa que un cierre de heridas por parte de Pablo Casado. Y eso incluye un comunicado sincero en el que se pida perdón a los votantes por las últimas actuaciones y se lance un mensaje de unidad con el que se empiecen a coser las heridas creadas.
Pablo Casado, por su parte, acude a esa reunión con los barones con el deseo de pactar una salida a su situación. Una salida ordenada y sin traumatismos que le permita abandonar la Presidencia sin problemas. Todo ello, cuando, además, Teodoro García Egea acaba de presentar la dimisión y el partido sigue desangrándose a la espera de la comunicación del paso definitivo de Casado hacia un lado.